¡¡El poder de las cañas!!

Quien no ha logrado resistirse al poder del siku, a esos melódicos sonidos que nos llevan en un viaje imaginario a orillas del Lago Titicaca y que nos hacen bailar al ritmo de su música.
Este instrumento musical que es el mejor representante de la fuerza telúrica de los pueblos andinos, nos demuestra la fuerza del hombre del altiplano, su temple y pasión por la naturaleza.

Yo tampoco me resisti a esta música, será tal vez porque lo llevo en las venas, pero les digo que es una experiencia muy bonita y gratificante. Además de compartir nuevas vivencias y emociones, pues les digo esto por experiencia propia ya que formo parte de un grupo de sikuris en la universidad donde actualmente estudio.